Jerusalén, 16 ene (EFE).- El jefe del Comando Norte del Ejército israelí, Ori Gordin, afirmó este martes que Israel está «más preparado que nunca» para una ofensiva militar en el sur de Líbano contra la milicia chií Hizbulá, con la que se reanudaron las hostilidades hace más de tres meses con un intercambio de fuego de baja intensidad diario en la frontera.
«Estamos más preparados que nunca, para esta noche si es necesario, y continuaremos fortaleciendo nuestros preparativos para seguir adelante», aseveró hoy Gordin en una visita a un entrenamiento de la 228º Brigada del Ejército, que opera en la frontera norte, donde Israel tiene desplegados a más de 200.000 efectivos.
De hecho, la maniobra se basó en una supuesta incursión terrestre en el sur de Líbano, lo que supondría abrir un segundo frente para Israel en paralelo a la guerra contra Hamás en la Franja de Gaza.
Las hostilidades en la frontera norte se reavivaron el pasado 8 de octubre, al día siguiente del estallido de la guerra en el enclave, aunque hasta ahora tanto Israel como Hizbulá han dado muestras de no querer escalar el conflicto.
«Hemos atacado muchos escuadrones al otro lado de la frontera, más de 150 escuadrones han sido atacados y muchas capacidades militares han sido eliminadas», afirmó el comandante sobre la actividad militar de Israel en la frontera con Líbano.
«Estamos determinados en eliminar las capacidades de Hizbulá y hacerla retroceder, pero todavía queda mucho trabajo por hacer para lograr una mayor seguridad, y que las comunidades del norte puedan regresar a sus casas», agregó Gordin sobre los más de 80.000 israelíes que han sido evacuados de sus casas en esa zona hace más de tres meses.
El Ejército israelí informó este martes de que durante la noche un avión de combate atacó un lanzador de misiles antitanque de Hizbulá en la ciudad libanesa de Kfarkela; además de «eliminar una amenaza» en Ayta ash Shab.
Además, ayer las tropas israelíes atacaron varias posiciones de la milicia chií en respuesta al lanzamiento de cohetes hacia las comunidades israelíes de Matat, Margaliot, Adamit, Zarit y Malkia; además de interceptar varios «objetivos aéreos sospechosos» en las áreas de Yarun y Rmaych, en territorio libanés.
Las tropas también dijeron haber atacado «dos células terroristas», una de ellas que trataba de lanzar un misil antitanque hacia fuerzas israelíes apostadas en Malkia.
El domingo dos civiles israelíes, una anciana y su hijo, murieron por el impacto de un misil antitanque lanzado por Hizbulá hacia la comunidad israelí de Yuval, lo que elevó aún más la tensión en la zona.
Desde ayer, Hizbulá ha reivindicado nueve ataques contra Israel, la mayoría de ellos con misiles.
La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego durante tres meses que se ha cobrado la vida de al menos 225 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 160 bajas en sus filas, algunas de ellas en Siria.
En Israel han muerto 18 personas en la frontera norte, 12 soldados y 6 civiles; mientras que en Líbano han fallecido al menos 207 personas, incluyendo unos 23 integrantes de milicias palestinas, un soldado y 23 civiles -entre ellos tres niños y tres periodistas-, además de los milicianos de Hizbulá.
La tensión llegó a su punto álgido cuando Israel atacó a principios de enero un barrio de Beirut, bastión de Hizbulá, para matar al numero dos de Hamás, Saleh al Arouri, y otros comandantes del grupo. EFE
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